viernes, noviembre 12, 2010

diecinueve, diez, dosmil diez.

Bastian Gabriel Lobos Soto
Rayos y el tiempo sigue pasando, muy rápido, tal como te dice la vieja en la fila del pan. Que frase más cliché, si con cuea compro pan y siempre a destiempo, o sea, cuando nadie más lo está comprando por que es tarde o temprano o todos lo compran donde es más rico, pero queda media cuadra más lejos. El cuento es que siempre hay un familiar, o una desconocida de edad superior, que emite ese comentario, me imagino por que se sienten más cerca del cajón, sienten que el reloj de su pecho se está por terminar (ver video), con la incertidumbre de no haber hecho bien las cosas, o no haber hecho lo que de verdad querían, angustiados con la idea de dejar este mundo con algo inconcluso, con una espina clavada en el corazón, una culpa o un simple: "puta, y si hubiera hecho esto, en vez de esto otro".

Bueno la razón de este post, media difusa... termina siendo la de anunciar el nacimiento del heredero de la casta de los Lobos, heredero ,espero, de todas estas contradicciones internas, de esta locura, de la posibilidad de ser feliz a pesar de todo, de un corazón grande y noble, de una mente abierta, despierta, creativa, poderosa a niveles inimaginables, de este radar de buenas cosas o malas en su defecto.

Ya tiene tres semanas el pequeño, es precioso, es alegría pura envuelta en un cuerpo de humano, casi perfecto, despierto, vivo, espero poder criarlo y más que criarlo guiarlo por el loco camino que imponen los demás humanos, que sepa evadir la miseria y decadencia reinante e imponer su creatividad, alegría y pasión por lo que sea que le guste.

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